Ríen
una dos tres veces mas
cuatro mañanas y la suerte les mece
a veces...
son desahucios desde el corazón
del corazón
o lo que sea.
Envidio momentos
el compartir
el susurrar
el vivir momentos no afrutados de la apariencia
el no ser estética
o besar por acto reflejo.
Deseo...
no desear desear
universos infinitos
un alma que arropar
en mi caja de recuerdos vivos
en mi vida
en la eternidad
en la nada.
Auguro
y creo no equivocarme
el mañana.
Tiempo para hacer...
deshacer o dejar
a la incertidumbre de
allí donde cede...
libre.
solo vomitarle
cuestión alguna.
Paradero desconocido
donde la emoción...
se empapa,
se embarra,
te llena de vida
y sopla en augurios
cada uno de tus deseos
Mirar el soplido de las olas
no se cree una apuesta segura
amar los rayos de luna
tampoco lo era
ahora...
me sustenta.
Simplemente libera
esa dosis de aliento
que hace hallar
destellos
que aman y vierten en tí
labios carnosos
y miradas inexistentes
que a consuelo es
el hacerlas reales
Otro tatuaje al final,
otro mas,
lienzo de cristal,
inerte,
sangrante ,
y danzante,
entre el ayer y hoy,
el recuerdo.
Me sangra en sueños,
me abrasa en desvelo,
se aferra involuntario a mi,
duele.
con su olor...
a ayer
duele.
su arrogancia...
y su elegancia para serlo
hoy
duelen.
El mañana no es menos sano
por no existir
a veces es cuestión de saber serle
y no aguardarle...
a la defensiva
tan viva
como pasiva
tan mediocre
como carcelera.
Héroes de otoño
ya no verá llegar
ya no la encuentras
porque no está
ya simplemente
paso a ser
otro suspiro
de un soñador
entre los locos.
Una tormenta de verano favorece todo en mi
la calurosa carretera canta poesías silenciosas
puedo llevarte a la luz
y hacer tu hogar en la noche
Últimamente no puedo creer ni querer
desechar a gente para cambiar paisajes
significa el mundo el mantener una fe dañada?
es solo ahora...
una cuestión de gracia
Aprendí a ser fiel a lo desconocido
y a desconocer dicha fidelidad,
que el mejor valor
es el de respetar los tuyos,
y amar...
es a veces miedo
miedo de ser
o estar bailando en la esquicitez
con la soledad.
Aprendí que la hipocresía
es fuerte aval de la ignorancia
y esta silenciosa
tela un desgarro
hacia lo que crees creer querer
y su moneda de cambio
se disfraza de golpes bajos
Y sobretodo aprendí
y me siento bendecido
que a veces somos engañados
por la apariencia de la verdad
y esta puede doler
y mucho.
